Vanessa Torres, representante de la Asociación Ambiente y Sociedad de Colombia (AAS), cuya organización ha asumido un rol de liderazgo frente a la ratificación del acuerdo de Escazú en ese país del sur de América, nos compartió su experiencia en el proceso de adhesión.
Vanessa Torres habló sobre los retos y oportunidades que AAS ha identificado en Colombia desde la ratificación del acuerdo, el cual fue aprobado en el 2022.
“Yo quiero dejar un mensaje, es clave que los ciudadanos y ciudadanas conozcamos a profundidad los beneficios de la Implementación del acuerdo de Escazú, en nuestros países, en nuestra región -la región más peligrosa para la defensa del ambiente-, en Colombia siempre reiteramos que no debe ser un argumento puesto en segundo lugar. Muchas veces se afirma preocupación desde la institucionalidad frente a la situación de los defensores y defensoras, pero esa preocupación se debe materializar en marcos normativos efectivos y en el reconocimiento de una apuesta regional para la protección de las vidas de quienes defienden nuestros territorios”, señaló.
La AAS se integró en el proceso de negociación por el Acuerdo de Escazú en el año 2014. Vanessa menciona que fueron muchas organizaciones que la conformaron como redes de mujeres, de ambientalistas, de jóvenes, pueblos indígenas, afrodescendientes. Y resalta que ese proceso de negociación está contenido dentro del acuerdo.
“Ejemplo de ello, es el art.9, el cual crea un nuevo pilar para la democracia ambiental, histórico, precisamente por la identificación desde la sociedad civil sobre la situación tan compleja que viven los defensores y defensoras en nuestra región; se incluye, la obligación de la protección de sus vidas por parte de los Estados como un requisito fundamental para la democracia ambiental”, enfatizo.
En Colombia, se vio la necesidad de articularse a través de la “Alianza por el Acuerdo de Escazú”. Y en el 2019, luego de varios debates, y análisis técnicos, se llega a la firma del Acuerdo. ¿Por qué es importante la firma? Para Vanessa, esta es una muestra de voluntad política, con la agenda de medio ambiente a nivel internacional, y la protección de la vida de quienes defienden esta agenda. Abre el escenario para conocer como este acuerdo se está implementando como país observador en el marco de la conferencia de las partes.